Propiedades y Beneficios del Miso

Marta Aranjuez

propiedades y beneficios del miso

El miso es un alimento originario de Japón que se elabora a partir de semillas de soja o habas, en ocasiones cereales como arroz, cebada o trigo, y sal marina. Es una pasta aromatizante fermentada de manera natural (no pasteurizada) que se utiliza en la cocina para dar sabor a diferentes platos. Dependiendo del proceso, tiempo de fermentación y del tipo de productos que se utilicen en la preparación de este alimento, podemos encontrar y adquirir varios tipos de miso, desde aquellos con sabores más suaves hasta los más intensos. Los tipos de miso más comunes son el miso blanco, el miso rojo y el miso negro.

Propiedades del Miso

El miso es considerado como curativo en la antigua cultura china y japonesa. Contiene altos valores de carbohidratos de lenta absorción, proteínas, aminoácidos esenciales, vitamina B12, ácido fólico y minerales como magnesio, calcio y hierro. Además, el miso tiene poder enzimático y antioxidante.

La combinación de proteínas y carbohidratos presentes en el miso lo convierte en un alimento muy completo y nutritivo para cualquier dieta.

Beneficios del Miso

El poder enzimático del miso favorece el equilibrio de la flora intestinal y de procesos digestivos complicados. Además, el poder antioxidante del miso ayuda a depurar sustancias tóxicas de organismo a través de la eliminación de radicales libres. El miso también es un perfecto alcalinizante que favorece la eliminación de la acidez causada por ciertos alimentos grasos y refinados. Asimismo, el miso contiene altas concentraciones de isoflavonas que favorecen el equilibrio hormonal de la mujer.

El miso puede ser un gran aliado para la dieta y la salud, ya que ayuda en diferentes procesos digestivos y contribuye a equilibrar el organismo.

Restricciones del Miso

El miso cuenta de por sí con un alto contenido en sodio, así que se recomienda añadir poca cantidad de sal. Además, debido a su alta concentración de nutrientes, la cantidad de miso a utilizar por persona no debe superar una cucharilla de postre. Es importante que cuando vayamos a comprar un producto de estas características nos fijemos de que se trata de un miso natural, ya que cada vez están más extendidos los conocidos como pseudo-misos, cuya fermentación es artificial y contienen gran cantidad de azúcar y productos químicos añadidos.

Es importante consumir el miso con moderación y asegurarse de elegir un producto natural y de calidad.

  • La cantidad de miso recomendada por día es una cucharilla de postre rasa por persona/día para un adulto y una cucharadita de café para un niño.
  • El miso se utiliza en la cocina como ingrediente de sopas, platos de arroz y legumbres, vinagretas para ensaladas o incluso como aderezo de pollo y pescados blancos.
  • Se recomienda disolver el miso previamente en un poco de agua caliente y añadirlo en el tramo final de las cocciones.

Historia del Miso

El miso es un sazonador originario de China y posteriormente adoptado por Japón en el periodo Asuka, alrededor del año 600. La palabra “miso” aparece por primera vez en libros japoneses alrededor del año 900 y era considerado un ingrediente muy apreciado, incluso llegó a utilizarse como forma de pago. Durante el periodo Sengoku en el siglo XVI, se fundó la primera fábrica de miso llamada Oensogura.

El proceso de elaboración del miso se basa en la fermentación de soja, granos y sal de mar con la ayuda de un hongo llamado kōji. Existen diferentes tipos de miso, dependiendo de los granos añadidos y los tiempos de fermentación. Entre ellos están el Kome Miso, Mugi Miso, Genmai Miso, Natto Miso, Mame Miso, Shiromiso, Akamiso, Kuromiso y Hatchomiso.

Consumir miso tiene diversos beneficios para la salud, ya que es una fuente de probióticos, enzimas, vitaminas y minerales. Es importante consumirlo con moderación, ya que es alto en sal y muy concentrado. Es recomendable consumir máximo un par de cucharadas al día por persona.

El miso es muy utilizado en la cocina japonesa, principalmente en sopas. La sopa tradicional de miso se prepara con caldo de pescado, aunque también se puede preparar solo con agua caliente, algas, tofú y cebollín. Es importante no hervir el miso, sino agregarlo ya con el fuego apagado para mantener sus propiedades.

Recetas con Miso: Cómo incorporar el miso en platos dulces y salados

El miso es un condimento en forma de pasta elaborada a partir de granos fermentados de soja, cebada o arroz y sal. Gracias a su proceso natural de fermentación mediante el hongo koji, se convierte en un producto probiótico formado por microorganismos vivos. Además, existen distintos tipos de miso según el ingrediente base, la textura y el grado de fermentación.

Entre los principales beneficios que aporta el miso, destaca su capacidad para ayudar a equilibrar la flora intestinal y a digerir mejor platos más pesados, gracias a su condición de probiótico. Además, actúa como potenciador del sabor de otros alimentos, evitando la necesidad de utilizar salsas menos saludables o un exceso de grasa o sal añadida.

Para utilizar el miso en la cocina, hay que tener en cuenta que no se debe someter a cocciones prolongadas o temperaturas muy altas, ya que se perderían los microorganismos naturales que lo componen. Por ello, se recomienda disolver la pasta con otros ingredientes para crear salsas, aliños, marinados o fondos de sopas y cremas. Además, el miso es un ingrediente esencial de la gastronomía japonesa con una versatilidad sorprendente en la cocina.

En definitiva, el miso es un producto probiótico con grandes beneficios para nuestra salud, que puede ayudarnos a cocinar platos más saludables y sabrosos al mismo tiempo. ¡Anímate a incorporarlo en tus recetas dulces y saladas!

Cómo hacer miso casero

Si eres amante de la cocina asiática, te encantará aprender a hacer miso casero. Este condimento típico de Japón, China y Corea se utiliza para marinar carnes y pescados, aderezar sopas, salsas, ramen y ensaladas. Para hacer miso necesitas pocos ingredientes: soja cocida, koji y sal. El koji es un hongo que se utiliza para fermentar la soja cocida hasta conseguir la pasta de miso. Para controlar el proceso de fermentación necesitarás un recipiente de cerámica con tapa para conservar la humedad y una temperatura estable entre 20º y 25ºC durante varios meses.

El primer paso para hacer miso casero es cocer la soja. Una vez cocida, se mezcla con koji y sal. Después hay que amasar y compactar la pasta de miso en el recipiente de cerámica. El tiempo de fermentación dependerá de la cantidad de sal y del tipo de miso que quieras obtener. Cuanto más tiempo permanezca fermentando el miso, más umami tendrá. Para evitar que el miso se seque, es importante revisarlo de vez en cuando y añadir agua si fuera necesario.

El miso casero es más saludable que el comercial, ya que no contiene aditivos ni conservantes. Además, puedes ajustar la cantidad de sal y la duración de la fermentación para adaptar el sabor a tus gustos. El miso es rico en nutrientes, proteínas y enzimas. También es beneficioso para la salud digestiva y tiene un efecto saciante. Puedes usar el miso en muchas recetas, desde salsas y aderezos hasta guisos y ramen.

Dicho esto, hacer miso casero es un proceso sencillo que requiere paciencia y atención a los detalles. Los ingredientes son fáciles de encontrar en cualquier tienda asiática y el resultado es un condimento saludable y sabroso que te permitirá disfrutar de los sabores de la comida japonesa, china y coreana sin salir de casa.